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www.neumologia-pediatrica.clcursando una enfermedad obstructiva, por ejemplo una crisis
asmática, este punto de igual presión se traslada hacia distal,
las vías aéreas se cierran precozmente, la curva volumen/
tiempo no presentará meseta y la curva flujo/volumen ten-
drá aspecto cóncavo. Según la severidad del compromiso
inicialmente se comprometen los flujos espiratorios forzados
(FEF
25-75
y FEF
50
), y luego volúmenes espiratorios (VEF
1
y en
casos más severos CVF, con relación VEF
1
/CVF disminuida)
(Figura 4)
(11-13)
.
La espirometría forzada también es el método más utili-
zado para realizar la prueba de respuesta a broncodilatador,
con el fin de evidenciar la presencia de obstrucción bronquial
y valorar reversibilidad. Otros exámenes usados con este
mismo objetivo son la medición de resistencia de la vía aérea,
oscilometría de impulso, resistencia interrumpida y medición
de volúmenes pulmonares estáticos
(12,14)
. En pacientes escola-
res y adolescentes se considera significativo un aumento en el
VEF
1
en 12% con respecto al VEF
1
basal. El aumento en flujo
espiratorios (FEF
25-75
) sólo es de valor cuando la CVF basal y
post-broncodilatador son semejantes. En pacientes en edad
pre-escolar aún no se ha establecido la magnitud del cambio
en VE
0,5
o VEF
1
para ser considerado como significativo. A
toda edad es de gran utilidad constatar un cambio en la forma
de la curva flujo/volumen espiratoria
(12,13)
.
Otra forma de evaluar la función de la vía aérea usando
la espirometría es demostrar la presencia de hiperreactividad
bronquial, característica, aunque no exclusiva, del asma bron-
quial. Para esto existen pruebas de provocación bronquial con
estímulos directos e indirectos. Los primeros actúan sobre las
células efectoras responsables de la broncoconstricción (mús-
culo liso, endotelio, células secretoras): metacolina, histamina,
manitol. El segundo grupo actúa sobre células neuronales y
mastocitos, los cuales en un segundo paso estimulan las célu-
las efectoras: son estímulos fisicos como el ejercicio, solución
hipertónica, aire frío, hiperventilación, y estímulos químicos
como adenosina, alergenos ambientales.
No se explicará el detalle de cada uno de estos exáme-
nes. Los estímulos más utilizados en nuestro medio son la
metacolina y ejercicio, destacando el alto valor predictivo
negativo para el diagnóstico de asma bronquial de la provo-
cación bronquial con metacolina, y la alta especificidad pero
baja sensibilidad de la provocación con ejercicio
(11,15)
.
Resistencia de la vía aérea
La resistencia de la via aérea (Raw) depende de varios facto-
res: tipo de flujo, fricción del aire contra las paredes, calibre
de la vía aérea, volumen pulmonar y presión transmural. El
único método disponible para medir directamente la resis-
tencia de la vía aérea es la pletismografía corporal, motivo
por el cual es considerado el gold standard. Se registra la
presión alveolar y el flujo aéreo durante varias maniobras
de jadeo, calculándose la resistencia total de la vía aérea. Es
posible utilizar esta técnica desde el período de lactante, bajo
sedación
(1,11)
.
Los otros métodos disponibles tienen la ventaja de re-
querir poca colaboración, siendo posible su realización desde
edad pre-escolar. Sin embargo, tienen la desventaja de no
medir resistencia de la vía aérea como tal, ni ser tan altamen-
te reproducibles como las mediciones de Raw
(11)
.
En la oscilometría de impulso se aplica una onda externa
de sonido en la boca (a frecuencias entre 4 y 20 Hz) y la rela-
cion presion/flujo resultante se mide como impedancia. Esta
refleja el impedimento al flujo en el sistema respiratorio, y es
la suma de la resistencia (asociada a pérdidas friccionales en
la vía aérea y parénquima pulmonar) y reactancia pulmonar
(recíproco de la compliance pulmonar)
(11)
.
Otra forma de medir resistencia es la técnica de resisten-
cia interrumpida (Rint). Esta asume que al momento de la
interrupción transitoria del flujo en la vía aérea la presión en
la boca es igual a la presion alveolar. La Rint se calcula según
la presión y flujo en la boca medidos inmediatamente antes
de la oclusión. La Rint además de medir presión en vía aérea
toma en cuenta la presión de retracción elástica del tejido
pulmonar y pared torácica
(11)
.
CONCLUSIÓN
La prevalencia de enfermedades que comprometen la vía
aérea en pacientes pediátricos es alta e implica una diversi-
dad de diagnósticos, que determinan pronósticos también
variables. Actualmente, se cuenta con métodos específicos,
confiables y seguros para evaluar la anatomía y funcionalidad
de la vía aérea, lo que permite optimizar el tratamiento y
evolución de cada paciente.
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