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en la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010
fue del 31,5%, cifra similar a la observada en
el resto del país.
La mayoría de estudios a nivel mundial mues-
tran una mayor prevalencia de EPOC en hombres
que en mujeres y en personas de edades avanza-
das
1
. Estos datos coinciden con los de nuestra
cohorte, en la que predominaron los pacientes
varones y con un promedio de edad de 71 años
para ambos sexos. Un elevado porcentaje de los
pacientes (27%) refirió un nivel de escolaridad
igual o inferior a 4 años y la mayoría de ellos se
encontraban en los estadios GOLD A y B. Estos
datos son relevantes y sugieren que podría existir
una alta tasa de subdiagnóstico de EPOC en la
Región del Maule, puesto que se ha reportado que
esta enfermedad se subdiagnostica especialmente
en pacientes jóvenes, en aquellos que se encuen-
tran en los estadios más leves y en personas con
bajo nivel educacional
17
.
La caracterización clínica de nuestra cohorte
puso de manifiesto un sobrepeso generalizado
(IMC entre 25 y 29,9 kg/m
2
) tanto en el prome-
dio total como en el de cada grupo GOLD. Esto
coincide con los resultados de otros estudios
internacionales
18
, así como también los obtenidos
en la cohorte chilena del estudio PLATINO
19
y
en una cohorte de sujetos EPOC de la comuna de
Puente Alto, Santiago
20
. Como era de esperar, los
pacientes clasificados como GOLD D mostraron
los peores valores espirométricos, de DL
CO
, de
saturación de oxígeno de la hemoglobina, del
test de caminata y de calidad de vida, mostrando
diferencias significativas con los grupos A y B.
Además, este grupo mostró un incremento esta-
dísticamente significativo de la disnea en compa-
ración a los otros tres. Estos resultados respaldan
el valor diagnóstico del criterio integrado de la
GOLD en nuestra cohorte.
En cuanto a los factores de riesgo principales,
la inmensa mayoría de los pacientes habían sido
fumadores, sin observarse diferencias significa-
tivas en el IPA entre los cuatro grupos GOLD.
No obstante, el Grupo D fue el que presentó un
IPA más alto, curiosamente seguido por el Gru-
po A. El hecho de que los pacientes del Grupo A
hubieran fumado más que los de los dos estadios
siguientes refleja la naturaleza multifactorial
de la EPOC
21
. En relación a la exposición de
humo de biomasa intramuros, ésta fue reportada
por más de dos tercios de la cohorte maulina.
En este caso, los grupos B y D mostraron una
mayor exposición acumulada a este contami-
nante. Tales resultados contrastan con los de la
cohorte chilena del estudio PLATINO, donde la
exposición intradomiciliaria a humo de biomasa
fluctuó entre el 55,2% para carbón y el 55,8%
para la leña
22
. Probablemente, el hecho de que
la prevalencia de la exposición a humo de bio-
masa sea más alta en nuestra cohorte refleja el
alto porcentaje de población rural en la Región
del Maule, más proclive al uso de este tipo
de combustibles. Por otra parte, la exposición
combinada tanto al humo del cigarrillo como
al de biomasa fue muy alta en nuestra cohorte,
coincidiendo con lo reportado en la cohorte de
Puente Alto
20
. Otro factor de riesgo importante
para desarrollar la EPOC en esta región fue la
exposición ocupacional. La mayoría de los pa-
cientes afirmó haber trabajado en lugares donde
hubo exposición a sustancias como harinas,
polvos y gases de fabricación de plásticos, etc.
Este dato es relevante, puesto que estimaciones
basadas en datos internacionales, entre los que
se hallaban los del estudio PLATINO, señalan
que podría reducirse un 20% de la carga que
supone la EPOC mediante la reducción de un
8,8% de la prevalencia de las exposiciones ocu-
pacionales
23
. A pesar de que las condiciones a
las que son sometidos los trabajadores chilenos
en la actualidad han mejorado, se debe tener en
cuenta que casi la totalidad de los sujetos de
nuestra cohorte fueron adultos mayores jubila-
dos. En consecuencia, durante la época en que
se encontraban en edad activa, probablemente
sus condiciones laborales fueron más precarias
y las leyes no les garantizaron una protección o
prevención adecuadas ante enfermedades ocu-
pacionales
24
.
Una gran mayoría de nuestra cohorte (78%)
presentó comorbilidades asociadas, siendo la
hipertensión arterial la más común. Esto coin-
cide con los resultados de otros estudios tanto
nacionales como internacionales
20,25,26
y es de
suma importancia para el seguimiento de los
pacientes, dado que las comorbilidades merman
la calidad de vida de los enfermos de EPOC y
son responsables de su mortalidad en muchos
casos
27
. En cuanto al historial de exacerbaciones,
casi la mitad de nuestra cohorte manifestó haber
padecido alguna exacerbación durante el último
año (48%). Esta cifra es muy superior a la de
los resultados globales del proyecto PLATINO,
reportando que sólo un 7,8% de su cohorte con
EPOC había presentado alguna exacerbación
en el último año
28
. Esto pone de manifiesto una
necesidad urgente de programas específicos de
información y prevención de exacerbaciones en
los enfermos de EPOC maulinos.
En referencia al tratamiento farmacológico,
nuestra cohorte se encuentra mayormente bajo
terapias en la que se combinan uno o más bron-
J. Olloquequi G. et al.
Rev Chil Enferm Respir 2017; 33: 284-292