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Contenido disponible en
www.neumologia-pediatrica.clNeumol Pediatr 2013; 8 (2): 53-65.
Etiología de las neumonías adquiridas en comunidad en la población infantil - Morales O. et al
pneumophila
,
Coxiella burnetii
, entre otros). El diagnóstico etiológico de NAC en el paciente pediátrico se apoya
en pruebas de laboratorio que generan una evidencia directa o indirecta del germen causal. La búsqueda del
agente causal se convierte en un reto debido principalmente a la limitación para obtener muestras adecuadas
y a la dificultad de identificar el agente etiológico y diferenciar entre colonización e infección. Con los métodos
disponibles se estima que se puede detectar un germen específico entre el 16 al 85% de los casos; lo cual dificulta
la determinación de la incidencia real de estas infecciones; además, la variedad de técnicas diagnósticas utilizadas
en los estudios clínicos y la interpretación de los resultados en ausencia de aislamiento de un germen hacen aún
más difícil la determinación de la incidencia real de los agentes etiológicos de la NAC.
Palabras clave:
Neumonía adquirida en la comunidad, etiología, virus, bacterias, factores de riesgo, diagnóstico.
INTRODUCCIÓN
Las infecciones respiratorias agudas (IRA) que afectan el trac-
to respiratorio inferior son una de las principales causas de
mortalidad en niños alrededor del mundo, particularmente
en países en desarrollo, causando aproximadamente un tercio
de todas las muertes estimadas en niños menores de 5 años.
El promedio de episodios de infección respiratoria al año es
de 7 en niños menores de 5 años y aproximadamente 3 en
adultos
(1)
.
La neumonía adquirida en la comunidad (NAC), se define
como la neumonía de etiología infecciosa que adquiere un
individuo previamente sano, fuera de un hospital. NAC es
una de las infecciones más comunes en los niños, con una
incidencia de 34 a 40 casos por cada 1.000 niños en Europa
y Norte América
(2)
. Aunque la mortalidad atribuible a NAC en
los países industrializados es poco frecuente, esta entidad sigue
siendo una de las principales causas de mortalidad en los países
en desarrollo
(3)
. En la década de los ochenta se implementaron
varias estrategias para el control de las neumonías, tales como:
la ampliación de la cobertura de vacunación contra sarampión
y tosferina y la estandarización del diagnóstico y tratamiento.
Por otro lado, la Atención Integrada de las Enfermedades
Prevalentes de la Infancia (AIEPI), incorporó como parte de
sus estrategias, la promoción del diagnóstico y tratamiento
antibiótico temprano dirigidos al control de las neumonías
(2)
.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2010,
estableció que cada año mueren 7,6 millones de niños meno-
res de cinco años, siendo la neumonía una de las principales
causas, seguida por diarrea, paludismo y los problemas de
salud durante el primer mes de vida, donde la desnutrición
afecta un tercio de esta población. La probabilidad de morir
antes de los 5 años es 18 veces más alta en niños de países
con ingresos económicos bajos que en niños que viven en
países con ingresos económicos altos
(4,5)
. Se ha establecido
que la mortalidad por neumonía alrededor del mundo es
de 4 millones en niños, de las cuales el 90% ocurren en
países en vía de desarrollo, siendo la etiología bacteriana
la más importante
(6)
. En este mismo grupo poblacional, se
ha establecido que la letalidad de esta entidad fluctúa entre
0,004% y 24% de acuerdo al grado de desarrollo del país
(7)
.
La incidencia mundial de neumonía ha sido estimada entre
1.000 y 12.000 por 100.000 niños; con un porcentaje de
hospitalización que va del 22 al 50%
(6)
. En países como Espa-
ña la tasa de presentación de las neumonías va de 30,3 a 36
casos por 1.000 niños menores de 6 años, pero la incidencia
de dichas neumonías es menor en niños mayores, con 11 a
16 casos por 1.000 niños
(8)
.
En América Latina y del Caribe, la IRA está ubicada entre
las primeras cinco causas de muerte en niños menores de
5 años y representa la causa principal de morbilidad y asis-
tencia a los servicios de urgencias y consulta externa en la
población pediátrica
(4)
; se estima que más de 80.000 niños
menores de 5 años mueren cada año por infecciones del
tracto respiratorio bajo, de las cuales el 85% corresponde a
NAC
(6)
. Según estadísticas del 2007, la OMS establece que
en América Latina y el Caribe, las neumonías y las infeccio-
nes por influenza representan una mortalidad del 11,5% en
niños con edades de 0 a 4 años. Según este mismo estudio,
se encontró una incidencia de 919 casos de NAC por cada
100.000 niños menores de 5 años, con una incidencia mayor
en los niños menores de 2 años. Alrededor de una cuarta
parte de los pacientes con NAC requirieron hospitalización y
la duración media de la estancia fue de 11 días
(6)
. En el 2012,
la OMS, hace referencia a que entre los diversos agentes in-
fecciosos (virus, bacterias y hongos) causantes de neumonía,
S. pneumoniae
y
H. influenzae
tipo b (Hib) son la primera y
segunda causa más común de etiología bacteriana en niños;
respectivamente, mientras que el virus sincitial respiratorio es
la causa más frecuente de neumonía viral
(9)
.
DEFINICIÓN
Se define como neumonía, al proceso inflamatorio agudo
del parénquima pulmonar con ocupación del espacio aéreo
y/o participación intersticial, reconocible radiológicamente,
y evidenciado por manifestaciones clínicas dependientes del
grupo de edad, del estado nutricional del paciente y de la
etiología. La NAC, se define entonces como la neumonía
que se identifica en sujetos que no han sido hospitalizados
en los últimos 7 días o se presenta en las primeras 48 h
de ingreso hospitalario
(10,11)
. Esta definición es más difícil en
lactantes por el solapamiento de las manifestaciones clínicas
y radiológicas de la NAC con la bronquiolitis. Para la OMS,
los engrosamientos peribronquiales y las áreas múltiples de
atelectasias e infiltrados parcheados pequeños no deben ser
considerados neumonías radiológicas, excepto si se acompa-
ñan de derrame pleural
(8)
.
Esta enfermedad puede clasificarse de acuerdo a su ubi-
cación anatómica (alveolar, bronquial o intersticial); al agente
etiológico (bacteriana, viral y/o micótica)
(12)
; a la gravedad de
la presentación (leve, moderada o grave)
(13)
; a la respuesta
inmune del individuo (neumonía en inmunocompetentes
e inmunocomprometidos); o al lugar donde se adquirió la
neumonía (adquirida en la comunidad, neumonía asociada al
cuidado de la salud)
(12)
.