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Cuidados ginecológicos para niñas y
adolescentes con discapacidad intelectual
Carolina Pastene S.
CAPÍTULO 12
En Chile tenemos alrededor de 229.904 personas menores de 18 años con alguna discapaci-
dad según el último estudio nacional del año 2015 y el 21,5% corresponde a discapacidad men-
tal. La discapacidad intelectual se caracteriza por una limitación significativa del funcionamiento
cognitivo, de la conducta adaptativa, habilidades sociales, comunicacionales y prácticas, así como
del ejercicio de la autonomía y que se origina antes de los 18 años.
La evaluación ginecológica de niñas y adolescentes con DI puede ser similar a la de la pobla-
ción general, iniciándose a los 6 meses posmenarquia con el calendario menstrual, sin embargo,
en el caso de las pacientes con discapacidad intelectual, se sugiere un control al comienzo de la
pubertad, con el objetivo de entregar guías anticipatorias a los padres sobre el desarrollo puberal,
menstruación y la fertilidad futura de sus hijas.
La menstruación es un desafío para las mujeres con DI, desde la destreza manual que se re-
quiere para el manejo de toallas higiénicas, hasta entender que es un proceso que será reiterado
en su vida, con cambios de humor, que pueden presentarse asociado a las variaciones hormonales
del ciclo, que generan autoagresiones en algunas pacientes, y eventualmente dismenorrea que
las puede limitar de participar en sus actividades académicas o sociales.
Generalmente, los padres/apoderados consultan para suprimir la menarquia, sin embargo,
esta práctica hoy no está recomendada y se sugiere permitir que la menstruación ocurra y evaluar
como lo experimenta la adolescente y según eso manipular los ciclos. Será importante conocer
las expectativas de los padres/cuidadores, ya que la amenorrea indefinida es difícil de lograr, pero
se pueden obtener beneficios como: disminuir el volumen del sangrado, control de la dismeno-
rrea o lograr períodos prolongados de amenorrea, de 4 meses aproximadamente. Otra consulta
frecuente es el temor al embarazo.
Manipulación del ciclo menstrual
El objetivo de manejar el ciclo menstrual, es lograr una supresión óptima, que consiste en
reducir el volumen como el número de días de sangrado, en un contexto programado. Antes de
iniciar el tratamiento hormonal hay que considerar que los trastornos del ciclo menstrual pueden
ser secundarios a hipotiroidismo en pacientes con trisomía 21 o pseudo hiperprolactinemia en
usuarias de estabilizadores del ánimo. Una vez descartadas las causas más frecuentes de sangrado
uterino anormal en la adolescencia, se sugiere seleccionar alguna de las alternativas terapéuticas
considerando siempre aquellas menos invasivas para el mejor interés de la paciente, sin crear falsas
expectativas de una amenorrea completa.
El ácido mefenámico, es un antiinflamatorio no esteroidal, que ha demostrado disminuir el
sangrado menstrual de los ciclos ovulatorios en un 20-30%, y además, aliviar la dismenorrea,
pero sin beneficios sobre la duración de los ciclos. La dosis recomendada es de 500 mg c/8 horas
v.o. idealmente 1-2 días intramenstrual, coincidiendo con el período de máxima descamación del
endometrio.
El ácido tranexámico, es un antifibrinolítico que disminuye el volumen del sangrado menstrual
hasta en un 54%, sin modificar la duración de los ciclos, ni la dismenorrea. La dosis recomendada
es de 30-50 mg/kg/día, administrado v.o. cada 6-8 horas.
Los
anticonceptivos hormonales
, tienen distintas presentaciones y se recomienda su uso
considerando los criterios de elegibilidad de la OMS y las necesidades y conveniencia de la pa-
ciente.