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5. Las relaciones interpersonales, se educan y entrenan desde la infancia idealmente, para que se
formen hábitos y habilidades sociales que puedan aplicarse con la familia nuclear y extendida
hasta los desconocidos, desde el modo de saludarse, hasta qué conversaciones tratar con unos
y con otros. El Centro UC Síndrome de Down acuñó el término “Red de Confianza”, en el
cual el individuo con DI se encuentra al centro y es a partir de él como se configura la red de
intimidad social, donde la familia, serán parte del núcleo de máxima confianza y a medida que
esta red se va ampliando se ubicarán las personas menos conocidas hasta los desconocidos. De
este modo se pueden practicar diferentes habilidades como, por ejemplo: saludar al médico,
que debe ser con la mano y no de beso en la mejilla o al portero del edificio al que se saluda
con un movimiento de la cabeza o moviendo la mano y no con abrazo.
6. Las relaciones de parejas, son una necesidad humana de afectividad de pares, de conectarse
con otro en forma particular. La familia deberá tomar la decisión de si acompaña y apoya
a su hijo en esta aventura, ya que hay que trabajar temas desde lo más básico: aprender
a reconocer si tienen algún interés romántico, aprender a coquetear y qué hacer si no es
correspondido, esperar los tiempos de respuesta de la contraparte, no acosar (hay jóvenes
que pierden su fuente laboral por este mal entendido), preparar citas, etc. Por otro lado, es
importante que los padres/apoderados entiendan que el lugar más seguro para pololear es la
casa en su dormitorio y no en un lugar público. Deberán conocer los tipos de contacto sexual,
los riesgos y responsabilidades que estos involucran; así como las etapas de las relaciones de
pareja, pololeo, noviazgo y vida en pareja o matrimonio.
7. Prevención del abuso, las personas con DI tienen 4 a 5 veces más riesgo de ser víctimas de
violencia sexual reiterada, comparadas con la población general, por lo que educar sobre los
temas anteriores será un capital para que puedan desenvolverse con mayor conocimiento y
les permita reportar estos eventos. En este punto se sugiere entrenar la toma de decisiones,
comprender sobre los secretos tóxicos, definidos como toda conversación que le haga sentir
temor o se acompañe de cambios físicos como palpitaciones, sudoración o en el que se utilicen
palabras de partes íntimas del cuerpo. Es relevante que comprendan que internet es un lugar
público y que a las redes sociales solo pueden incorporar personas que conocen en la vida real.
Algunas conclusiones
La sexualidad es parte de la vida de todas las personas incluidas aquéllas con discapacidad
intelectual. Debemos estar preparados para acompañarlas, orientarlas y lograr una educación
sexual formal y práctica que les permita tomar decisiones saludables y disminuir los riesgos de ser
víctimas de violencia sexual.
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Woobine House.