

juega un rol tan importante como el costo al
momento de elegir alimentos
7
. Las familias de
bajo nivel socioeconómico suelen acudir a tiendas
de alimentos más pequeñas, que tienen menor
variedad, lo que conduce a una alimentación
monótona
8
. También es importante destacar que
las personas más pobres gastan mayor porcentaje
de sus ingresos en alimentación. En
EE.UU.el
11
%
del ingreso familiar se gasta en alimentación, pero
los hogares más pobres pueden llegar a gastar más
del
25
%. En Francia, los decíles más altos gastan
un
22
% de sus ingresos en alimentación, mientras
que los decíles más bajos más del
29
%
9
.
En Chile, la Encuesta Nacional de Consumo
Alimentario (ENCA) publicada en el
2010
muestra
que sólo el
5.3
% de la población se alimenta de
acuerdo a las recomendaciones nutricionales,
mientras que el resto requiere cambios importantes
en su alimentación
10
. La misma encuesta concluye
que las familias de estrato socioeconómico bajo y
medio-bajo tienen mayor consumo de alimentos
con “alto contenido” de nutrientes críticos y
energía. Destaca que el consumo de verduras es
227
g/día, lo que equivale a casi tres porciones
diarias, y que este consumo es significativamente
mayor en los estratos altos (
252
g) que en los más
bajos (
201
gr). Aunque en el caso de las frutas la
población general consume
168
g/día, los sujetos
más pobres comen casi
70
gr menos que los que
tienen un ingreso económico elevado.
Fernández y cols estudiaron las diferencias en
la variedad de alimentos consumidos por niños
preescolares en comunidades de bajos ingresos en
ciudades seleccionadas de América Latina, a través
de encuestas contestadas por madres de niños
preescolares que asistían a centros de cuidado
médico o jardines escolares en San Salvador,
Panamá, Asunción y Santiago, sobre la variedad
de grupos de alimentos consumidos por sus hijos
de una lista de los alimentos disponibles en cada
mercado local. El número promedio de alimentos
consumidos fue considerablemente menor en
relación a los disponibles, siendo mayor la
variedad de alimentos consumidos en San
Salvador, más que en las demás ciudades. Se
evidenció que los preescolares del grupo de
estudio consumen una variedad limitada de los
tipos de los alimentos localmente disponibles
(sobre todo pescados y mariscos, hortalizas y
frutas) y un consumo rutinario de alimentos de
alta densidad calórica y bebidas dulces
11
.
Según Swingurn y col, los hábitos de alimentación
en el hogar son uno de los principales factores
que modulan la conducta alimentaria de los
niños, por lo que es importante tener en cuenta
la alimentación de toda la familia al momento de
proponer un cambio en los hábitos
12
. Hardcastle
y col, también observó a través de encuestas
telefónicas, en un estudio realizado en madres
de bajo nivel socioeconómico, que los hábitos
familiares fueron el factor que más influyó en el
comportamiento alimentario y la preparación de
los alimentos y que estos habían sido traspasados
de generación en generación
13
.
¿Existen datos sobre el costo de la alimentación
saludable?
En un meta-análisis realizado durante el
2000
,
en el cual se analizan
27
estudios de
10
países
diferentes se mostró que en promedio una dieta
saludable era más cara que una menos saludable
siendo la diferencia entre ellas de
1.5
dólares
al día por cada
2000
kcal. Este dato se obtuvo
comparando una dieta mediterránea (rica en
4
noviembre
2016.
Volumen
15
-
N
°
66