La cohorte analizada tiene tasas de complicaciones postoperatorias similares a mujeres más jóvenes y una rápida recuperación: el 50% es dada de alta el mismo día de la operación.
Elevadas concentraciones de IL-1β, IL-23, y IL-33 en líquido cefalorraquídeo se asocian con un mayor riesgo del trastorno en mujeres sometidas a cesárea programada.
Las actividades de estimulación intelectual se asocian con una mayor capacidad mental durante la vida temprana pero no se relacionan con la trayectoria de declive mental en la vejez.
La intervención laparoscópica o asistida por robot se asocia con una mayor tasa de recurrencia y una menor tasa de supervivencia libre de enfermedad que la cirugía abierta.
Por el contrario, dormir menos y más tarde durante la semana se vincula con aparición de insulinorresistencia.
Los estudios sobre esta práctica sugieren un posible, aunque no definitivo, beneficio sobre la reducción del riesgo cardiovascular.
Los resultados de este extenso estudio muestran que tras 23 años de seguimiento, los hombres que sometidos a la cirugía obtienen una media de 2,9 años adicionales de vida.
Este parámetro del nacimiento se asocia con el riesgo de diabetes mellitus tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, sin embargo se relaciona de forma inversa con la hipertensión.
La prueba de diagnóstico por imágenes por tomografía computarizada más la atención estándar reduce la tasa de infarto al miocardio no letal y la mortalidad por enfermedad coronaria.
El secuenciamiento de exomas beneficia a muchas personas con patologías crónicas que permanecen sin recibir el tratamiento adecuado pese a una evaluación médica exhaustiva.