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En la población pediátrica, la ingestión de productos cáusticos sigue siendo un grave problema
médico-social. Cáustico se entiende como un agente químico capaz de producir injuria tisular. La
prevención es esencial para evitar lesiones, cuya severidad dependerá del tipo, cantidad y concen-
tración de la sustancia cáustica ingerida y del tiempo de contacto con la mucosa.
La mayoría de los casos ocurre en niños menores de tres años. La ingestión en niños sobre seis
años y adolescentes, donde predominan las mujeres, son generalmente intencionales. En estos
casos se ingieren grandes cantidades de sustancias fuertemente corrosivas. Aunque la mortalidad
es poco frecuente, la morbilidad es alta y se asocia a secuelas de por vida.
Tipos de sustancias ingeridas
Los agentes cáusticos (tabla1) se pueden clasificar en bases fuertes (PH mayor de 12) y ácidos
fuertes (PH menor de 12). Las quemaduras por álcalis son más frecuentes que las por ácidos
debido a la baja prevalencia de productos ácidos fuertes. Los productos en polvo producen
principalmente lesiones en la vía aérea, faringe y esófago superior debido al aumento de tiempo
de contacto mientras las formas líquidas se asocian a lesiones circunferenciales debido al mayor
contacto con la superficie mucosa.
Tabla 1. Sustancias cáusticas comúnmente ingeridas
Sustancia c
á
ustica
Tipo
Fórmula comercial disponible
Ácido
s
Sulfúrico
Baterías, agentes industriales de limpieza, metales
enchapados
Oxálico
Diluyentes de pinturas, limpiadores de metales
Clorhídrico
Solventes, limpiadores de metales, limpiadores de
inodoros y desagües. Compuestos antioxidantes
Fosfórico
Limpiadores de inodoros
Álcalis
Hidróxido de sodio
Limpiadores de inodoros
Hidróxido de potasio
Limpiadores de hornos, polvos de limpieza
Carbonato de sodio
Jabones
Amonio comercial
Limpiadores domésticos
Hidróxido de amonio
Detergentes
blanqueadores
Hipoclorito de sodio
Blanqueadores domésticos
Hipofosfato de sodio
Limpiadores domésticos
Permanganato de potasio Desinfectantes, tintes para el pelo
Fisiopatología
El tipo de lesión difiere considerablemente si la ingestión es de un ácido o de un álcali.
Los ácidos producen necrosis por coagulación proteica, con pérdida de agua, formándose
una escara firme y protectora que dificulta en parte la penetración, salvo en concentraciones
elevadas. Los álcalis provocan necrosis por licuefacción, con desnaturalización de las proteínas,
saponificación de las grasas y trombosis capilares. La retención de agua aumenta la quema-
dura por hidratación. Estas reacciones favorecen la profundización de las lesiones. Los ácidos
Ingestión de cáusticos
Gladys Guevara P.
CAPÍTULO 18