

julio
2017.
Volumen
16
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técnicas de dermatoglifos, cariotipo, estudio
genealógico y consejo genético, gracias al
trabajo de la Dra. Cecilia Henriquez del Valle y la
tecnóloga médica Sra. Edda Trabuco P.
El año
1973
, siendo el Dr. Francisco Beas director
del departamento Materno Infantil y de acuerdo
con el Decano de la Facultad de Medicina de ese
entonces, el Profesor Luis Hervé L., se invita al
Profesor
Dr. Luigi Devoto Canessa
, ginecoobstetra
y a un grupo de profesionales a organizar una
Unidad de Reproducción Humana, la que en
conjunto con la Unidad de Endocrinología y
Genética pasan a constituir el nuevo Centro
de Investigaciones Materno Infantil, que
posteriormente se trasladaría desde la calle
Amazonas al segundo piso de nuestro recién
construido Hospital San Borja Arriarán. En
1989
el Dr. Francisco Beas, propone al Sr. Decano de la
Facultad de Medicina de ese entonces, el profesor
Alejandro Goic G., la creación del
Instituto de
Investigaciones Materno Infantil (IDIMI).
La
Unidad de Reproducción Humana del IDIMI
es la
única institución pública del país orientada al
estudio y asistencia especializada de la infertilidad.
Se aprueba así por Decreto de Rectoría, la
fundación de este Instituto, dependiente del
Decanato, con planta física y servicios básicos,
en comodato con el Ministerio de Salud, con
presupuesto de operación y recursos humanos
estables, aportados por la Facultad de Medicina.
Se produce como consecuencia, la separación
del grupo de endocrinólogos pediátricos, del
departamento de Pediatría. Se cuenta que cuando
se le hizo la proposición al Dr. Dino Curotto Arado,
Director del departamento de Pediatría, este
contestó con un gesto de nobleza y generosidad:
“es algo que nos duele mucho, para nosotros no es
sólo una pérdida de espacio físico y equipamiento,
sino que de un grupo humano, que apreciamos y
que nos ha dado prestigio durante muchos años.
Pero estimamos que necesitan mayor libertad
administrativa para seguir creciendo”.
La partida en
1973
de un grupo de profesionales
liderada por el Dr. Fernando Monckeberg B.,
no deja de tener ribetes novelescos. Chile en
esos años, bajo la presidencia de Salvador
Allende G., estaba muy convulsionado por un
clima político muy enrarecido y confrontacional.
Visualizando el riesgo de perder todo lo que
había logrado en equipo humano y recursos
físicos, el Dr. Monckeberg consideró que debía
emigrar de los recintos del Hospital Arriarán.
Dada su cercanía con la congregación salesiana
(su hermano Guillermo era sacerdote salesiano)
y el apoyo brindado por su otro hermano (Jorge,
a la sazón Alcalde de la comuna de Ñuñoa),
logró la concesión de un edificio de concreto
de tres pisos y un gran predio que le rodeaba
ubicado en el extremo sur de la comuna. Con
la complicidad de dirigentes gremiales del
sector, se logró ocupar dicho edificio, en una
sigilosa partida un día viernes
1
de abril de
1973
. El lunes el Centro de Investigaciones
estaba parcialmente desmantelado, para sorpresa
de los que no tenían información al respecto.
Hubo gran escándalo de prensa en que lo más
suave que se dijo fue
“MomioMonckeberg se llevó
hospital para su casita. Escándalo”.
Curiosamente,
un científico calificado de momio, se había aliado
con la dirigencia gremial izquierdista, en miras
de un propósito común. León Vilarín dirigente
de los camioneros y líder del prolongado paro
del sector, suspendería
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camiones de su paro
y serían los artífices del traslado.
En la investigación mundial, se descubría el
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