

Anales Oftalmológicos
Tomo V Vol. IV N˚2 2008 Santiago - Chile
En toda la historia de nuestra nación, la asistencia médica de la población estuvo absolutamente ligada
a la docencia de la Medicina, considerándose ambas actividades como una circunstancia similar
a un matrimonio lógico e indisoluble. Durante muchas décadas, no hubo mayor diferencia en los
centros asistenciales si el profesional tenía un contrato asistencial o docente, ya que se conformaba
un equipo de trabajo con objetivos comunes y todos participaban en forma prácticamente igualitaria
en la asistencia de los pacientes y la docencia a los alumnos.
Pertenecer a una u otra institución (Servicio de Salud o Universidad de Chile), no significaba más
que una pequeña diferencia en el énfasis en los objetivos de cada una. Ambas instituciones estaban
preocupadas tanto en mejorar la salud de la población como en transmitir el conocimiento a las
generaciones de relevo. Por su carácter en ambas, de estatales y sin fines de lucro, constituían una
“hermandad”, enmarcada en una filosofía lógica, inteligente y consecuente con las necesidades
del país.
Los hospitales y centros asistenciales eran la fuente del conocimiento clínico y la Universidad
contribuía con los avances en diagnóstico, terapéutica y salud pública. Ambas instituciones se
apoyaban en una alianza estratégica de mutuo beneficio, pero el ganador principal era el paciente
y con ello, el país. Además, la Universidad constituía un apoyo permanente al siempre insuficiente
contingente asistencial, aportando con el trabajo clínico de sus docentes, especialistas en formación,
e internos. Esto, aun más evidente en los períodos de crisis sanitarias, donde el apoyo universitario
fue un pilar fundamental en la mayor necesidad de atención de salud.
Mucho de este espíritu aun está vigente, y son muchos los que se esfuerzan por mantenerlo vivo
y defender esta histórica alianza estratégica que tantos beneficios dió al País y a su gente. Sin
embargo, en los últimos años el escenario ha cambiado y de acuerdo a numerosos factores como
la mayor riqueza y desarrollo de la nación, cambios en los paradigmas y filosofías del País, mayor
requerimiento de profesionales, nacimiento de una educación superior privada, intereses de grupos
económicos, Isapres y otros más, se han incorporado nuevos actores y conceptos que presionan
por cambios radicales en la filosofía de la asociación “asistencia – docencia” y en esta tradicional
alianza.
El nacimiento de numerosas universidades privadas, ha generado la necesidad de campos
clínicos para la actividad práctica de sus alumnos y debido a las restricciones de desarrollar esta
docencia en instituciones privadas, han puesto sus miradas en los hospitales públicos, estableciendo
convenios de diverso tipo. Se han observado, estadías formales e informales, gestionadas muchas
veces por contactos y amistades más que por una mirada estratégica de beneficio institucional o
del país. La gran mayoría de estos centros asistenciales ya eran históricamente ocupados por las
universidades tradicionales y principalmente por la Universidad de Chile. Esta circunstancia ha
llevado a situaciones en que en un mismo centro asistencial, asistan alumnos de diferentes carreras
de la salud, procedentes de varias instituciones de educación superior, algunas veces sin existir
convenios, ni mayor conocimiento de las autoridades pertinentes.
La autoridad sanitaria ha dispuesto poner orden a esta situación, probablemente motivada por
diversas circunstancias y entre ellas se destaca tanto el nuevo modelo de atención de salud, así como
el nuevo escenario médico-legal de esta atención, salvaguardando los derechos de los pacientes y
las situaciones de riesgo legal, al establecer convenios formales y acotados con las instituciones de
educación superior. Por otra parte existe una mayor valoración de la experiencia clínica a adquirir
en estos centros y las entidades estatales han vislumbrado la posibilidad de allegar nuevos recursos
desde las instituciones privadas, que puedan contribuir a su gestión.
E D I T O R I A L
NUEVO ESCENARIO EN LA RELACIÓN
DOCENTE - ASISTENCIAL