Tezepelumab reduce significativamente el tamaño de los pólipos nasales y los síntomas asociados, además de disminuir la necesidad de cirugía y de glucocorticoides sistémicos.
Aumentar la actividad física tras la operación puede ser clave para mejorar la supervivencia libre de progresión en el subtipo triple negativo, según este estudio preclínico.
Estos sistemas muestran mejoras significativas en la reducción de la HbA1c y el control glucémico en adultos con la enfermedad, en comparación con el monitoreo continuo de glucosa por sí solo.
El colecalciferol en dosis altas orales disminuye la actividad de la enfermedad en pacientes con síndrome clínicamente aislado y en la EM recurrente-remitente temprana.
El uso de estos fármacos, junto con una mayor duración de la exposición, puede reducir el riesgo de carcinoma hepatocelular y descompensación hepática en pacientes con enfermedad crónica.
La administración de este psicodélico en dosis bajas y repetidas no muestra eficacia en la reducción de síntomas en comparación con el placebo, lo que cuestiona su uso en prácticas clínicas basadas en anécdotas.
Esta planta exhibe propiedades neuroprotectoras significativas en un modelo celular de la enfermedad, mejorando la viabilidad celular y reduciendo la apoptosis.
El ursodesoxicolato de berberina demuestra efectividad en la reducción de los niveles de HbA1c y la mejora de parámetros cardiometabólicos y hepáticos, mostrando un perfil de seguridad y tolerancia favorable.
Una duración de 7 días es tan efectiva como una de 14 días para reducir la mortalidad en pacientes hospitalizados por infecciones del torrente sanguíneo, incluyendo aquellos en la UCI.
Cerca del 40% de los adultos que experimentan esta condición presenta síntomas clínicos de depresión y ansiedad, siendo más propensos los jóvenes y las mujeres.