Esta revisión proporciona una visión actualizada sobre su diagnóstico y tratamiento, destacando la necesidad de una evaluación rigurosa y un enfoque terapéutico adecuado para mejorar la salud de quienes la padecen.
La exposición diaria a estos dispositivos antes de dormir, se vincula con una disminución de la calidad del sueño y cerca de 50 minutos menos de descanso semanal, afectando más a las personas con cronotipo nocturno.
A pesar de las expectativas sobre la suplementación para proteger contra estas enfermedades, un reciente metaanálisis revela que no hay evidencia concluyente de su efectividad.
Una mayor carga de estos se asocia con deterioro cognitivo y conductual. Aunque la terapia hormonal puede aliviar algunos síntomas conductuales, no tiene un efecto en el rendimiento cognitivo.
Tezepelumab reduce significativamente el tamaño de los pólipos nasales y los síntomas asociados, además de disminuir la necesidad de cirugía y de glucocorticoides sistémicos.
Aumentar la actividad física tras la operación puede ser clave para mejorar la supervivencia libre de progresión en el subtipo triple negativo, según este estudio preclínico.
Estos sistemas muestran mejoras significativas en la reducción de la HbA1c y el control glucémico en adultos con la enfermedad, en comparación con el monitoreo continuo de glucosa por sí solo.
El colecalciferol en dosis altas orales disminuye la actividad de la enfermedad en pacientes con síndrome clínicamente aislado y en la EM recurrente-remitente temprana.
El uso de estos fármacos, junto con una mayor duración de la exposición, puede reducir el riesgo de carcinoma hepatocelular y descompensación hepática en pacientes con enfermedad crónica.
La administración de este psicodélico en dosis bajas y repetidas no muestra eficacia en la reducción de síntomas en comparación con el placebo, lo que cuestiona su uso en prácticas clínicas basadas en anécdotas.