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Contenido disponible en

www.neumologia-pediatrica.cl

nas con neumonía por

M. pneumoniae

, si el suero es tomado

9 días después del inicio de los síntomas. Sólo un 40% es

detectado en suero los primeros 7 a 8 días del inicio de los

síntomas. Así, que el pico de elevación de los anticuerpos

esta entre 10 y 30 días, para caer y ser indetectables 12 a 26

semanas después. Se considera diagnóstico, un aumento de

cuatro veces del título de IgM en muestras de suero en fase

aguda y convalecencia, pero en la edad pediátrica, basta un

título único positivo en fase aguda.

La sensibilidad de la IgM varía entre 42-67% para la fase

aguda y entre 75-100% para las muestras combinadas, con

una especificidad entre 92-98% y 89-98% respectivamente.

Una desventaja, es la dificultad en distinguir una infección

aguda, de una reciente, por la demora de estos en desapa-

recer

(17)

.

La PCR tiene importancia, por ser rápida, sensible y es-

pecífica para la detección del

M. pneumoniae

. En un estudio

de Souliou y cols, en secreciones nasofaríngeas se encontró

una sensibilidad del 75% y una especificidad del 96%. Se ha

encontrado la presencia del

M. pneumoniae

en secreción

faríngea de individuos asintomáticos (adultos y niños), lo que

dificulta la interpretación de la prueba PCR. La combinación

de ambas pruebas sería lo ideal.

Laboratorio

Las alteraciones en el laboratorio son inespecíficas y no

permiten diferenciarla de las producidas por otros microrga-

nismos. En el 30% de los casos existe leucocitosis, general-

mente asociada a elevación de la sedimentación.

Radiología

Los hallazgos pueden ser muy variados, que no permiten

diferenciarlo de otras causas de la neumonía adquirida en

la comunidad (etiologías). Clásicamente se describe, la pre-

sencia de infiltrados reticulares difusos, siendo infrecuentes

los focos de consolidación y los derrames pleurales. Existe

un predominio de los lóbulos inferiores y hasta 20% de los

casos tienen un compromiso bilateral (Figura 1). En el estudio

mexicano, la radiografía del tórax mostró el típico patrón con

infiltrado intersticial peri bronquial y peri vascular en el 76%

de los pacientes

(8,18)

.

Con frecuencia, se encuentran atelectasias, que se expli-

can por la naturaleza bronquial de la enfermedad. La efusión

pleural se encuentra entre el 5-20% de los casos. No es

infrecuente que exista una discordancia entre los hallazgos

radiológicos y la clínica en algunos pacientes. Las alteraciones

radiológicas pueden persistir varias semanas

(19)

.

Tratamiento

La infección por

M. pneumoniae

en la mayoría de las veces es

auto limitada, sin tratamiento, la fiebre, cefalea y compromiso

general se resuelven en 10 días aproximadamente. El trata-

miento adecuado disminuye la morbilidad por NAC, acorta

la duración de los síntomas y disminuye la frecuencia de epi-

sodios sibilantes recurrentes. Si bien el germen no se erradica

en el 100% con los antibióticos, si disminuye en el esputo y

las secreciones, disminuyendo la posibilidad de diseminación.

La carencia de pared celular, hace que no responda al

tratamiento con beta lactámicos. El

M. pneumoniae

es suscep-

tible a los antibióticos que interfieran con la síntesis de proteí-

nas o ADN, como las tetraciclinas, mácrolidos y quinolonas.

Sólo los mácrolidos son los más seguros en niños.

Se recomienda: eritromicina (20-50 mg/kg/día por

10-14 días); Claritromicina (15 mg/kg/día por 7 días), o

azitromicina (10 mg/kg por un día, seguido de 5 mg/kg/día

hasta completar 5 días)

(20)

. La administración profiláctica de

la azitromicina disminuye la tasa de transmisión y la aparición

de los síntomas. Teniendo en cuenta, que la contagiosidad

de esta enfermedad es relativamente baja, las medidas de

aislamiento suelen ser efectivas para controlar la diseminación

de la enfermedad.

REFERENCIAS

1. Brines J, Hernández R. Neumonías agudas en la infancia. En: Cruz

Hernández M. Tratado de Pediatría. 9ª Ed. Madrid: Editorial Ergon;

2006. p. 1323-39.

Figura 1.

Rx de tórax PA (a) y

lateral (b). Se muestra infiltrado

intersticial confluente en lóbulos

superior y medio derechos

(flechas), con componente ate-

lectásico (Tomado de: Rev Chil

Infect 2009; 26: 343-9).

Neumonías atípicas - Parra W.

Neumol Pediatr 2013; 8 (2): 74-78.