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Toxocariasis Ocular
TOXOCARIASIS OCULAR
Rodrigo Candia Ch.
1
, Cristián Cumsille U.
2
, Edgardo Sanchez F.
2
,
Felipe Morera S.
2
, Patricio Villaseca G.
1
INTRODUCCIÓN
La toxocariasis es una zoonosis accidental producida
por un parasito nematodo, específicamente Toxocara
canis o excepcionalmente Toxocara cati (presente en
intestino de gatos). Toxocara canis esta presente en
más del 80 % de los perros cachorros menores de 6
meses, en donde realiza su ciclo completo y elimina
ooquistes que caen a la tierra, pudiendo vivir por
varios años en ese estado, hasta que el humano
en forma accidental ingiere esta tierra en forma
directa o a través de alimentos contaminados. Esta
larva atraviesa la pared digestiva hacia el torrente
venoso llegando a hígado y luego por circulación
sistémica al pulmón, sistema nervioso central, ojo
y otros órganos. La larva se queda enquistada en
los tejidos y el organismo como respuesta forma
un granuloma, que en algunas partes del cuerpo
como el hígado tiene poca repercusión, pero en el
ojo pueden generar alteración de la visión
1
.
Clínicamente se puede manifestar como Larva
Migrans Visceral (LMV) y Larva Migrans Ocular o
Toxocariasis ocular (TO)
1
.
LMV es un cuadro clínico sistémico con fiebre, cefalea,
dolor abdominal, vómitos, hepatomegalia y eosinofilia,
más frecuente en niños pequeños cercanos a los 2
años de edad con un curso autolimitado. Solo el 4,5
% de LMV se asocia a toxocariasis ocular
2
.
La prevalencia de toxocariasis ocular es de
aproximadamente 6,6 casos por 100.000 habitantes,
con una edad media al diagnóstico de 6,5 años
3
. El
cuadro generalmente no presenta eosinofilia y es
unilateral, consultando por disminución de agudeza
visual, estrabismo o leucocoria. TO clínicamente se
puede manifestar como un granuloma periférico,
granuloma del polo posterior o endoftalmitis crónica
1
.
RESUMEN
La toxocariasis ocular es una patología producida principalmente por el nematodo
Toxocara canis, la cual si bien es poco frecuente, representa una de las principales
causas de uveítis posterior en niños y puede dejar secuelas visuales importantes,
por lo cual es necesario conocerla, saber diagnosticarla y manejarla.
Se presentan 2 casos de toxocariasis ocular, uno correspondiente a un
granuloma periférico en una adolescente y otro de una endoftalmitis crónica
en niño de 5 años, quienes consultaron por disminución de agudeza visual
y estrabismo correspondientemente. Ambos tuvieron confirmación con IgG
por el instituto de salud publica de chile y requirieron vitrectomía.
1.- Residente Oftalmología Universidad de Chile, Hospital San Juan de Dios.
2.- Medico Oftalmólogo Hospital San Juan de Dios.