Administrar infusiones de CSL112, una apolipoproteína A1, a pacientes con infarto agudo de miocardio y enfermedad arterial coronaria de múltiples vasos no evita nuevos eventos de este tipo.
El uso de iSGLT2 en comparación con sulfonilureas, como terapia de segunda línea, presenta beneficios cardiovasculares y una menor incidencia de la afección artrítica inflamatoria y sus brotes recurrentes.
El fármaco a una dosis de 300 mg por día no presenta beneficios sobre la recurrencia y la supervivencia en pacientes con la patología no metastásica de alto riesgo.
La administración subcutánea de L9LS a una población pediátrica entre 6 a 10 años protege de forma segura ante la infección por P. falciparum y el paludismo clínico.
Las ocupaciones que demandan mayores procesos cerebrales durante la mediana edad disminuyen el deterioro cognitivo en la vejez.
La utilización de agonistas del receptor GLP-1 en pacientes de 18 a 84 años en comparación con inhibidores de DPP-4 no aumenta la probabilidad de desarrollar la patología.
Fumar eleva la probabilidad de desarrollar la patología antes de los 50 años y hacerlo a temprana edad es un agravante. No se evidencian asociaciones con la exposición al humo de forma pasiva.
Dos intervenciones dietéticas restrictivas logran una mayor reducción de la gravedad de los síntomas del síndrome del intestino irritable que un tratamiento médico optimizado.
El nuevo test de orina, basado en el análisis de 18 genes, tiene una alta sensibilidad para la detección de la patología avanzada, lo que reduciría la realización de biopsias.
Más de la mitad de las personas con la enfermedad crónica presentan una personalidad tipo D (vulnerabilidad al malestar psicológico) que genera una insatisfacción con el tratamiento y la atención.