NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA

C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 134 Aspectos nutricionales de las enfermedades respiratorias crónicas de la infancia Neumol Pediatr 2019; 14 (3): 131 - 137 la maduración epitelial también puede verse afectada por factores que restringen el crecimiento fetal. Se ha demostrado que la RCIU altera la expresión de la proteína del surfactante [25]. NUTRICIÓN COMO TRATAMIENTO La terapia nutricional es una parte importante del tratamiento de todas las enfermedades: es necesario disponer de agua y energía junto a diferentes nutrientes para permitir que el organismo consiga el ajuste necesario, inicie la reparación y finalmente sobreviva. Cada patología tiene una característica particular y por lo tanto un enfoque específico. Dentro del heterogéneo grupo de las EPC de la infancia, podríamos acercarnos al enfoque con 4 modelos patogénicos que nos pueden ser útiles: la displasia broncopulmonar (DBP), la fibrosis quística (FQ), la bronquiolitis obliterante postinfecciosa (BOPI) y el asma bronquial (AB). En esta revisión se excluirá la FQ, patología en la que el tratamiento nutricional es un elemento clave y factor pronóstico y excede la extensión de este artículo. Displasia Broncopulmonar. La evolución de los prematuros portadores de DBP depende, entre otros factores, de la asistencia nutricional [26]. Los recién nacidos de pretérmino tienen per se un alto riesgo nutricional debido a las insuficientes reservas de nutrientes y al aumento de las demandas nutricionales y por lo tanto están más comprometidos cuando padecen de DBP. Los lactantes con DBP grave tienen dificultades respiratorias que interfieren con la alimentación oral, por lo que los regímenes de alimentación estándar pueden no proporcionar una ingesta adecuada de energía o proteínas [26]. Por este motivo, las estrategias nutricionales utilizadas para prevenir la DBP incluyen la optimización de la administración de nutrientes, incluida la vitamina A y los antioxidantes para apoyar el crecimiento y el desarrollo saludable del tejido pulmonar. Asimismo, el manejo nutricional en el recién nacido con EPC debe satisfacer las diferentes necesidades de los prematuros, sean extremos o tardíos, y la necesaria corrección de los trastornos nutricionales que a menudo acompañan a la terapia medicamentosa [26]. Determinar las necesidades energéticas de los pacientes con DBP es un problema clave. La utilización de fórmulas predictivas parece ser adecuada frente al gold standard representado por la calorimetría indirecta, para determinar el gasto energético en reposo de estos pacientes [28]. Los lactantes con DBP requieren ingestas de 3,5 a 4 g por kg/día de proteínas para lograr un crecimiento normal y aporte energético hasta 15 a 25% más alto que los lactantes prematuros sanos, aunque la ingesta mayor a 125-135 kcal por kg/día podría no ser beneficiosa [26]. La tabla 2 enlista las recomendaciones para energía y algunos nutrientes en recién nacidos de pretérmino [27]. Frecuentemente estos lactantes presentan problemas de alimentación, por lo que es necesario la asistencia de un profesional experto (fonoaudiólogo, logopeda o terapeuta ocupacional) para reducir los estímulos nocivos en la cara y la boca, fomentar el cuidado del apego y el amamantamiento no nutritivo al pecho materno y detectar oportunamente las señales de hambre y saciedad [26]. La terapia farmacológica no está exenta de interacción sobre el metabolismo de los nutrientes, siendo necesario vigilar los niveles séricos de sodio, potasio, cloruro, calcio y fósforo cuando se utilizan diuréticos, aminoglicósidos y/o vancomicina, y corregirlos cuando sea necesario. Especial énfasis se debe colocar en la detección de desequilibrios que puedan llevar al desarrollo o acentuación de la osteopenia, incluyendo la medición de niveles de vitamina D y la suplementación oportuna [26}. Nutrientes Recomendaciones (*) Nutrientes Recomendaciones (*) Energía 110–135 kcal Carbohidratos 11.6–13.2 g por kg/día Lactantes con DBP 15-25% adicional Lípidos 5,3–8,4 g Proteínas AL 385–1.540 mg < 1 kg 3,8–4,2 g AAL 0,7–2,1 % kcal diarias 1,0-1,8 kg 3,4–4 g DHA 12–30 mg 1,8-2,5 kg 2,8–3,4 g AA 18–42 mg > 2,5 kg 1,8–2,2 g Vitamina A 1.332–3.330 UI Lactantes con DBP 3,5-4 g Vitamina D 800–1.000 UI por día Calcio 120–230 mg Vitamina E 6–12 UI Fósforo 60–90 mg Selenio 1,3–10 μg Hierro 2–3 mg Zinc 1,1–2 mg Tabla 2. Recomendaciones de ingesta alimentaria diaria por vía oral/enteral para recién nacidos pretérmino y lactantes con DBP [33]. (*) Recomendaciones por kg/día excepto AAL y vitamina D. AL: ácido linoleico. AAL: ácido α linolénico. DHA. Ácido docosahexaenoico. AA: ácido araquidónico.

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