NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA
C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 133 Aspectos nutricionales de las enfermedades respiratorias crónicas de la infancia Neumol Pediatr 2019; 14 (3): 131 - 137 DIETA Y ESTADO NUTRICIONAL EN ENFERMEDADES RESPIRATORIAS CRONICAS. Una revisión publicada recientemente [21] vincula distintos patrones de alimentación con el desarrollo de ERC, identificándolos como factores de riesgo modificables. Estos patrones dietarios y algunos tipos de alimentos facilitan o protegen frente al desarrollo de éstas. Dieta: frutas y vegetales Las frutas y verduras poseen un perfil de nutrientes que incluye antioxidantes, vitaminas, minerales, fibra y fitoquímicos y presentarían posibles beneficios en asociación con afecciones respiratorias. [21]. La evidencia epidemiológica indica que la ingesta de frutas se asocia con una baja prevalencia de sibilancias y que la ingesta de vegetales verdes cocidos se relaciona con una baja prevalencia de sibilancias y asma en escolares de 8 a 12 años de edad. Además, el bajo consumo de vegetales en los niños se relacionó con el desarrollo de asma actual [22]. Obesidad . Desde otra perspectiva, la sobrealimentación y la obesidad resultante están claramente relacionadas con el asma, aunque los mecanismos involucrados todavía están en investigación. Varias hipótesis han sido propuestas para explicar el vínculo entre obesidad y asma, tales como un estado inflamatorio crónicamente aumentado, efecto restrictivo de la obesidad sobre los volúmenes pulmonares y la predisposición genética [23]. Se conoce que en obesos, la ingesta de lípidos en la dieta conduce a un aumento de los ácidos grasos libres circulantes, que activan las respuestas inmunitarias, como la activación del receptor tipo Toll 4 (TLR4), que aumentan los fenómenos inflamatorios tanto a nivel sistémico como en las vías respiratorias. Por su parte, el tejido adiposo secreta adipoquinas, citoquinas con influencia sobre las cascadas inflamatorias, procoagulantes, antifibrinolíticas y vasoactivas, lo que sugiere una acción directa en la inflamación [8]. Los sujetos asmáticos tienen concentraciones más altas de leptina (una adipoquina) circulante que los controles sanos. Las células epiteliales bronquiales y alveolares poseen receptores de leptina y ésta induce la activación de los macrófagos alveolares y posee efectos indirectos sobre los neutrófilos, promoviendo la inflamación de la vía aérea [21]. Desnutrición. El problema de la desnutrición probablemente esté más relacionada con el desarrollo y evolución de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que se observa en adultos con antecedentes de tabaquismo crónico [21] y, por extensión, se presenta en enfermedades que cursan con altos consumos de energía o dificultad para la provisión suficiente de ésta al individuo [24]. Como se comentó con anterioridad, existe un consenso generalizado de que la malnutrición en las mujeres embarazadas tiene efectos adversos en el desarrollo pulmonar del feto. Los hallazgos incluyen alveolarización deteriorada (sea alvéolos más pequeños o más grandes), así como septos interalveolares y barrera alveolo capilar más gruesos. Asimismo, Micronutriente Funciones en EPC Fuentes principales* Vitamina A Los retinoides de la vitamina A regulan la expresión de las proteínas de la matriz extracelular (desarrollo de la vía aérea y alveolización) [9]. Hígado de vacuno, leche, mantequilla, quesos, yema de huevo, pescados grasos. Verduras de hoja verde oscura, frutas y vegetales de color amarillo o naranja. Vitamina D Maduración de los neumocitos tipo 2, responsables de la síntesis del surfactante, producción de sus componentes y de su liberación al lumen alveolar [7]. Pescado graso (bacalao), aceite de hígado de pescado, yema de huevo, carnes rojas, hígado de vacuno. Alimentos fortificados con vitamina D. Vitamina E Vitamina liposoluble que posee un activo rol protector contra la toxicidad del oxígeno [7]. Vegetales ricos en grasas poliinsaturadas (aceite de palma, aceite de soya, germen de trigo), frutos secos (maní, almendras crudas), vegetales y frutas (papas, espinacas, duraznos, zanahorias, tomates, lechugas). Selenio Oligoelemento que está presente principalmente en las selenoproteínas, en particular la glutatión peroxidasa, una enzima con definida acción antioxidante [7]. Ajo, champiñones, brócoli pescado y vísceras, carnes musculares, cereales, granos, productos lácteos. DHA Ácido graso poliinsaturado de cadena larga n-3 que mejora la maduración pulmonar y modula la inflamación [5]. Pescados grasos, salmón, trucha, aceites vegetales (canola, oliva, soya, linaza), alimentos enriquecidos Tabla 1. Algunos micronutrientes con función en EPC. *Fuentes: Essentials of Human Nutrition. Mann J., Truswell S. Eds. Oxford University Press 2007: 138-143, 163-184, 201-214, 214-222.
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