Uno de cada tres hombres se infectan de VPH a nivel mundial
La mayoría de las infecciones por VPH en hombres y mujeres son asintomáticas, pero pueden provocar secuelas a largo plazo y mortalidad. Cada año, más de 340.000 mujeres mueren de cáncer de cuello uterino.
El virus del papiloma humano (VPH) es la infección vírica de transmisión sexual más frecuente en todo el mundo y se ha demostrado que la mayoría de los hombres y mujeres sexualmente activos contraerán al menos una infección genital por VPH a lo largo de su vida. Existen más de 200 tipos que pueden transmitirse sexualmente, y al menos 12 son oncogénicos. La mayoría de las infecciones en hombres y mujeres son asintomáticas, pero pueden provocar secuelas a largo plazo y mortalidad. Cada año, más de 340 000 mujeres mueren de cáncer de cuello uterino. En los hombres, la infección por VPH tiende a manifestarse clínicamente como verrugas anogenitales, que causan una morbilidad significativa y aumentan las tasas de transmisión. Las infecciones también se asocian a cánceres de pene, ano y orofaringe, que suelen estar relacionados con el VPH de tipo 16. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer estimó que en 2018 se produjeron unos 69 400 casos de cáncer en hombres causados por el VPH
Estas estimaciones muestran que los hombres albergan con frecuencia infecciones genitales por VPH y subrayan la importancia de incorporarlos en los esfuerzos por controlar la infección por VPH y reducir la incidencia de enfermedades relacionadas.
Invesitgadores del Centro de Investigación Biomédica en Red: Epidemiología y Salud Pública, Madrid (España) llevaron a cabo una revisión sistemática seguido de un metaanálisis en el que evaluaron la prevalencia de la infección genital por VPH en la población masculina general basándose en estudios publicados entre 1995 y 2022. La prevalencia global agrupada fue del 31% para cualquier VPH y del 21% para el VPH de alto riesgo. El VPH-16 fue el genotipo más prevalente (5%) seguido del VPH-6 (4%).
La prevalencia del VPH fue elevada en adultos jóvenes, alcanzando un máximo entre los 25 y los 29 años, y se estabilizó o disminuyó ligeramente a partir de entonces. Las estimaciones agrupadas fueron similares para las regiones geográficas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas de Europa y América del Norte, África subsahariana, América Latina y el Caribe, y Australia y Nueva Zelanda (Oceanía). Las de Asia oriental y sudoriental fueron la mitad de las de las otras regiones.
Sin embargo, las estimaciones no reflejan el efecto del despliegue de la vacunación contra el VPH en mujeres sobre la prevalencia en hombres, sino la de poblaciones generales antes de que las cohortes vacunadas llegaran a la edad adulta, ya fuera con estrategias exclusivas para niñas o neutrales en cuanto al género.