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29 Abril 2025

Terapia hipolipemiante combinada como estándar post-infarto

La administración temprana de estatinas más ezetimiba tras un infarto de miocardio reduce significativamente los eventos cardiovasculares adversos, en comparación con la monoterapia con estatinas.

Después de un infarto de miocardio, la terapia hipolipemiante (THL) combinada, frente a la monoterapia con estatinas (atorvastatina o rosuvastatina), logra niveles más bajos de colesterol LDL (c-LDL) y mejores resultados cardiovasculares. Aunque las guías clínicas recomiendan disminuir el c-LDL, curiosamente, sugieren hacerlo de manera gradual. La implementación de una terapia combinada se vuelve esencial, ya que menos del 20% de los pacientes alcanza los objetivos deseados utilizando únicamente estatinas. Además, aún no está claro si añadir ezetimiba a una estatina poco después de un infarto de miocardio o en una fase más tardía impacta positivamente en los resultados.

El objetivo de este estudio, liderado por la Dra. Margret Leosdottir del Hospital Universitario de Skåne en Suecia, fue evaluar el impacto de la escalada tardía del tratamiento en los resultados, comparando la THL combinada oral temprana (estatinas más ezetimiba) frente a la tardía en pacientes con infarto de miocardio.

Se incluyó a 35.826 participantes sin tratamiento previo con THL, todos hospitalizados por infarto de miocardio y dados de alta con una prescripción de estatinas. Se evaluaron los riesgos de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE), así como sus componentes y la mortalidad cardiovascular. Se compararon los pacientes que recibieron ezetimiba junto con estatinas en las primeras 12 semanas tras el alta (terapia combinada temprana) (n=6.040) con aquellos a quienes se les añadió ezetimiba entre la semana 13 y 16 meses después (terapia combinada tardía) (n=6.495), o que no recibieron ezetimiba (n=23.291).

El uso de estatinas de alta intensidad fue superior al 98% en todos los grupos. Tras un seguimiento medio de 3,96 años, se registraron 2.570 casos de MACE. Las tasas anuales fueron de 1,79 para el grupo de terapia combinada temprana; 2,58 para el grupo de terapia combinada tardía y 4,03 para aquellos que no recibieron ezetimiba, expresadas por cada 100 pacientes-año. Al comparar la terapia combinada tardía con la temprana, las diferencias de riesgo ponderadas en MACE a los 1, 2 y 3 años fueron de 0,6%, 1,1% y 0,7%, respectivamente. Para los pacientes que no recibieron ezetimiba, las diferencias de riesgo fueron de 0,7%, 1,6% y 1,9%. Se observaron patrones similares en el riesgo de mortalidad cardiovascular a los 3 años.

En conclusión, los protocolos de atención para el infarto de miocardio deberían incluir la terapia combinada temprana con estatinas y ezetimiba como práctica estándar. Retrasar esta terapia hipolipemiante combinada o depender únicamente de la monoterapia con estatinas de alta intensidad puede resultar en daños que son evitables.

Fuente bibliográfica

Early Ezetimibe Initiation After Myocardial Infarction Protects Against Later Cardiovascular Outcomes in the SWEDEHEART Registry

Leosdottir M, et al.

https://doi.org/10.1016/j.jacc.2025.02.007