Spray nasal salino disminuye hospitalización por COVID-19
Con dos inhalaciones diarias, se inicia un proceso mecánico que ayuda a ralentizar la enfermedad y combatir los síntomas.
Las terapias farmacológicas e inmunológicas de COVID-19 tratan de inhibir la unión mecánica de la proteína espiga del SARS-CoV-2 al receptor ACE2 y la escisión de la furina para la entrada en la célula. El aumento de la infecciosidad resultante de los cambios físicos con las mutaciones de la proteína viral de la espiga apoya una oportunidad mecánica para interrumpir la unión y la entrada de las partículas virales. La observación de que la solución salina puede inhibir la escisión de la furina sugiere que una opción terapéutica mecánica -la irrigación nasal- puede ser especialmente eficaz contra este patógeno.
Investigadores de Escuela de Medicina de Georgia en Augusta College (EEUU) corroboraron que el lavado de las fosas nasales con una solución salina al momento del diagnóstico disminuye las tasas de hospitalización por la enfermedad. Descubrieron que menos del 1,3% de los 79 sujetos del estudio de 55 años o más que se inscribieron dentro de las 24 horas siguientes a la prueba positiva de COVID-19 fueron hospitalizados. Nadie murió.
El estudio parece ser el mayor ensayo clínico prospectivo de este tipo, y la población de mayor edad y alto riesgo que analizaron -muchos de los cuales tenían afecciones preexistentes como la obesidad y la hipertensión- puede ser la que más se beneficie de esta práctica.
En comparación, el 9,47% de los pacientes fueron hospitalizados y el 1,5% murieron en un grupo con datos demográficos similares, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, durante el mismo periodo de tiempo, que comenzó unos nueve meses después de que el SARS-CoV-2 apareciera por primera vez en Estados Unidos.
Además, se sabe que el ya famoso SARS-CoV-2 se adhiere al receptor ACE2, que está presente en todo el cuerpo y en abundancia en lugares como la cavidad nasal, la boca y los pulmones. Se han buscado fármacos que interfieran en la capacidad del virus para adherirse al ACE2 y, la solución salina parece inhibir la capacidad del virus de realizar esencialmente dos cortes en sí mismo, lo que se denomina escisión de furina, de modo que puede encajar mejor en un receptor de la ACE2 una vez que encuentra uno.
Finalmente, los investigadores indagaron en el impacto en la gravedad de los síntomas, como los escalofríos y la pérdida del gusto y el olfato. 23 de los 29 participantes que realizaron la irrigación dos veces al día de forma sistemática tenían cero o un síntoma al cabo de dos semanas, en comparación con 14 de los 33 que eran menos diligentes. También se informó una resolución más rápida de estos.