Nuevas perspectivas en el manejo de la diverticulitis
Una evaluación exhaustiva y un tratamiento personalizado, que va desde el manejo del dolor hasta la resección colónica, son esenciales para optimizar los resultados en pacientes con esta condición.
La diverticulosis, caracterizada por la presencia de múltiples divertículos en el colon, puede evolucionar a diverticulitis, una inflamación de estas pequeñas bolsas. Esta condición representa una carga significativa para el sistema de salud, con una alta incidencia y costos asociados elevados. El diagnóstico y manejo adecuados son esenciales para reducir las complicaciones y mejorar los resultados clínicos.
La Dra. Rebecca Brown, de la Universidad de Maryland, EE. UU., lideró una revisión exhaustiva de la diverticulitis, abordando aspectos clave como su etiología, patogenia, diagnóstico y tratamiento.
Se realizó una búsqueda sistemática en PubMed y Cochrane, abarcando artículos publicados entre enero de 2000 y abril de 2025. Se priorizaron ensayos clínicos aleatorizados, metaanálisis, revisiones sistemáticas, guías nacionales e internacionales y estudios observacionales. De los 2.529 estudios identificados, se incluyeron 85 que cumplieron con los criterios de selección, proporcionando una base sólida para la revisión.
La diverticulitis es más prevalente en países occidentales industrializados. Los factores de riesgo incluyen edad avanzada, predisposición genética (variantes en el gen TNFSF15), enfermedades del tejido conectivo, obesidad (IMC ≥ 30), uso de opioides, esteroides y AINEs, hipertensión y diabetes tipo 2.
El diagnóstico se basa en la tomografía computarizada (TC) con contraste, que muestra una sensibilidad del 98-99% y una especificidad del 99-100%. En casos de diverticulitis no complicada, el tratamiento inicial consiste en observación, manejo del dolor (principalmente acetaminofén) y modificación de la dieta (líquidos claros). Los antibióticos se reservan para pacientes con síntomas sistémicos o factores de riesgo. En la diverticulitis complicada, se recomiendan antibióticos intravenosos (ceftriaxona + metronidazol o piperacilina-tazobactam) y, en algunos casos, drenaje percutáneo o resección colónica. La mortalidad postoperatoria varía del 0,5% para la resección electiva al 10,6% para la de emergencia.
En resumen, el manejo de la diverticulitis ha evolucionado, destacando la importancia de la individualización del tratamiento. La observación y el control del dolor son apropiados para la enfermedad no complicada, mientras que los antibióticos y las intervenciones invasivas siguen siendo cruciales en casos graves. La revisión subraya la necesidad de una evaluación exhaustiva y una toma de decisiones informada para optimizar los resultados en pacientes con esta condición.
Fuente bibliográfica
Diverticulitis: A Review
Brown RF, et al.
DOI: 10.1001/jama.2025.10234