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07 Septiembre 2023

Mejora del tratamiento con CAR T y anticuerpos monoclonales mediante la edición de epítopos

Esta provoca la pérdida de sitios específicos de unión a los anticuerpos, lo que hace que  las células no se vean afectadas en su expresión fisiológica, regulación y señalización intracelular.

Cuando el sistema inmunitario encuentra antígenos extraños (partes de patógenos o tumores), intenta identificarlos y neutralizarlos. Los epítopos son las partes de estos antígenos que el sistema inmunitario "ve" y reconoce como dianas de una respuesta inmunitaria.

Aunque las células T con receptores de antígenos quiméricos (CAR) y los anticuerpos monoclonales han demostrado ser muy prometedores en el tratamiento de las neoplasias malignas de la sangre al dirigirse a los antígenos de las células rebeldes, su uso en la leucemia mieloide aguda (LMA) se ve obstaculizado por la falta de marcadores específicos del tumor. Esto conlleva el riesgo de dañar células y tejidos sanos durante el tratamiento.

Investigadores del Departamento de Oncología Pediátrica del Instituto Oncológico Dana-Farber de Boston introdujero una alteración genética en las células madre/progenitoras hematopoyéticas (HSPC) de donantes que les permite sobrevivir al tratamiento de inmunoterapia para la leucemia mieloide aguda.

La ingeniería de epítopos, en concreto la edición de células madre/progenitoras hematopoyéticas (HSPC) obtenidas de un donante para su uso en trasplantes de médula ósea, es una posible solución a este reto. La modificación de genes específicos en las HSPC, como FLT3, CD123 y KIT, cambió los marcadores de epítopos sin alterar la función normal de los genes.

Este planteamiento podría aumentar la seguridad y eficacia del tratamiento, ya que se dirigiría más eficazmente a las células cancerosas, dejando a salvo las sanas y reduciendo los efectos secundarios nocivos.

Los epítopos editados provocan la pérdida de sitios específicos de unión a los anticuerpos, lo que hace a las células resistentes a las células T CAR y a los anticuerpos monoclonales sin afectar a su expresión fisiológica, regulación y señalización intracelular.

Los autores sugieren que podría aplicarse no sólo a la LMA, sino también a otras neoplasias hematológicas y, potencialmente, al acondicionamiento no genotóxico para enfermedades no malignas.

Más allá del alcance del estudio está el coste de la medicina personalizada. En la actualidad, solo el tratamiento con células T CAR puede costar más de un millón de dólares. Aunque la introducción de un método de edición genética de epítopos podría elevar el coste, se compensaría ese gasto si hace que las inversiones globales en terapia con células T CAR sean más seguras y eficaces.

Fuente bibliográfica

DOI: 10.1038/s41586-023-06496-5