Logo SAVALnet Logo SAVALnet

18 Agosto 2023

Liraglutida mejora el aprendizaje asociativo

La capacidad de asociar estímulos sensoriales era menor en los participantes con obesidad que en los de peso normal, y que la actividad cerebral se reducía en las áreas que codifican este comportamiento.

El aprendizaje asociativo es la base de la formación de conexiones neuronales y confiere a los estímulos su fuerza motivadora. Está controlado esencialmente por una región del cerebro llamada mesencéfalo dopaminérgico, región tiene muchos receptores para las moléculas de señalización del organismo, como la insulina, y puede así adaptar nuestro comportamiento a las necesidades fisiológicas.

Pero, ¿qué ocurre cuando la sensibilidad del organismo a la insulina se reduce debido a la obesidad? ¿Cambia esto nuestra actividad cerebral, la capacidad de aprender asociaciones y, por tanto, nuestro comportamiento?

Investigadores del Instituto Max Planck de Investigación del Metabolismo han medido ahora cómo funciona el aprendizaje de asociaciones en participantes con peso corporal normal (alta sensibilidad a la insulina, 30 voluntarios) y en participantes con obesidad (sensibilidad a la insulina reducida, 24 voluntarios), y si este proceso de aprendizaje se ve influido por el fármaco contra la obesidad liraglutida.

Por la noche, inyectaron a los participantes liraglutida o un placebo. La liraglutida es un agonista del GLP-1, que activa el receptor del GLP-1 en el organismo, estimulando la producción de insulina y produciendo sensación de saciedad. Suele utilizarse para tratar la obesidad y la diabetes de tipo 2, y se administra una vez al día.

A la mañana siguiente, los sujetos realizaron una tarea de aprendizaje que permitió medir la eficacia del aprendizaje asociativo. Comprobaron que la capacidad de asociar estímulos sensoriales era menor en los participantes con obesidad que en los de peso normal, y que la actividad cerebral se reducía en las áreas que codifican este comportamiento de aprendizaje.

Tras una sola dosis de liraglutida, los participantes con obesidad dejaron de mostrar estas deficiencias, y no se observaron diferencias en la actividad cerebral entre los participantes con peso normal y los obesos. En otras palabras, el fármaco devolvió la actividad cerebral al estado de los sujetos con peso normal.

Aunque es alentador que los fármacos disponibles tengan un efecto positivo sobre la actividad cerebral en la obesidad, es alarmante que se produzcan cambios en el rendimiento cerebral incluso en jóvenes con obesidad sin otras afecciones médicas, señalan como una contraveniencia del estudio. 

Fuente bibliográfica

DOI: 10.1038/s42255-023-00859-y