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09 Febrero 2012

H. pylori agrava la patogénesis de la hiperemesis gravídica

La detección de la bacteria debe ser agregada a los análisis de la hiperemesis gravídica, especialmente en condiciones que son refractarias al tratamiento convencional y en los casos que se extienden hasta el segundo trimestre del embarazo.

Las náuseas y los vómitos (náuseas matutinas) representan una importante queja en el 70-80% de los embarazos. A ambas condiciones, asociadas con la pérdida de peso, cetonemia, desequilibrio electrolítico (hiponatremia e hipopotasemia), alcalosis hipoclorémica metabólica y elevación de enzimas hepáticas en el embarazo, se les denomina hiperemesis gravídica (HG). Esto complica el 0,3-2% de todos los embarazos. Su causa es desconocida, pero hay algunas hipótesis que consideran mecanismos hormonales, factores emocionales y la infección por Helicobacter pylori.

Ghada M. Mansour y Ehab H. Nashaat (Universidad de Ain Shams, El Cairo, Egipto), evaluaron el papel del Helicobacter pylori en la patogénesis de la hiperemesis gravídica (HG) y el valor de la adición de un régimen no teratogénico para su manejo en casos intratables. Se consideraron ochenta casos de hiperemesis gravídica más una completa historia de los trastornos médicos y la ingesta de medicamentos crónicos como anti-inflamatorios no esteroideos. Después de un examen general y local, se realizó una ecografía para todos los casos con tal de excluir causas obstétricas de la hiperemesis. Como control, se integraron ochenta mujeres embarazadas normales. Una prueba para anticuerpos séricos anti H. pylori tipo IgG se realizó en todos los pacientes y controles.

Setenta y uno casos entre 80 de HG y 24 de los 80 controles fueron positivos a H. pylori. Ocho casos de HG desarrollaron vómitos graves intratables. Tres de ellos, desarrollaron ataques de hematemesis. Una gastroscopia realizada en los ocho casos detectó gastritis antral y duodenitis. Erosiones gástricas y duodenales se encontraron en dos casos. Los ocho pacientes recibieron un régimen no teratogénico para el tratamiento. Los ataques de vómito disminuyeron y el embarazo continuó hasta el nacimiento de los recién nacidos sanos.

En conclusión, la detección del H. pylori debe añadirse en la hiperemesis gravídica. Además, el manejo no teratogénico se puede considerar en los casos intratables.

Fuente bibliográfica

Arch Gynecol Obstet. 2011 Oct; 284(4):843-7